Paralelo entre los complejos culturales de Virginia Gutiérrez y la Realidad
- yvd372014
- 31 mar 2013
- 4 Min. de lectura
Es de resaltar que en varias regiones aún se realizan ciertas “complejos culturales” con respecto a las tipologías familiares, sin embargo por la tipología evolutiva, se observa que los actuales modelos y tendencias de la familia pueden resumirse en tres palabras, complejidad, contingencia y contradicción. Complejidad en el sentido de la coexistencia y entrelazamiento de las formas familiares; contingencia de relaciones, por las opciones y accidentes que siguen al debilitamiento de la regulación institucional; y contradicción entre preferencias, entre situaciones y recursos.
La familia colombiana ha sufrido fuertes transformaciones derivadas de condiciones demográficas, económicas, sociales y culturales. Dentro de los factores transformadores más importantes se encuentran la introducción de métodos anticonceptivos y el deseo de controlar la natalidad. Ello ha modificado sustancialmente el tamaño de las familias, pues se ha pasado de tipologías familiares numerosas a grupos reducidos en los que los lazos con la familia extensa disminuyen y se agudiza la sensación de soledad de la familia nuclear. Este fenómeno no es uniforme en todos los estratos socioeconómicos, pues en los estratos bajos persisten formas de organización como la familia extensa y compuesta (familias más numerosas), que se constituyen con el fin de optimizar los ingresos familiares percibidos en conjunto. El ingreso de la mujer tanto al sistema educativo como al mercado laboral es también uno de los factores más importantes. Este hecho ha suscitado una redefinición de roles, responsabilidades, formas de comunicación y relación que, si bien hacen más igualitarias las oportunidades entre los sexos, genera problemáticas como la inestabilidad matrimonial, la sobrecarga en las responsabilidades femeninas, la delegación de la crianza de los hijos o su ingreso temprano al sistema escolar, fenómenos que en conjunto han sido descritos bajo la expresión crisis familiar. Cambios en la conyugalidad, en la nupcialidad y en el divorcio que podrían interpretarse como debilitamiento de la relación de pareja, también representan una mayor libertad de elección, flexibilidad en el tipo de relaciones que se establecen con aumento de uniones consensuales y aparición de nuevas formas de familia. Finalmente, las migraciones y el desplazamiento, principalmente como consecuencia de la violencia, llevan a la dispersión temporal o definitiva de las unidades familiares y se relacionan con pauperización, desarraigo y marginalidad. Para describir la familia colombiana actual se utiliza la tipología familiar de acuerdo con el parentesco de cada una de las personas con el jefe del hogar pues, como se mencionó, esta es la clasificación de la que se posee información más reciente. En Colombia, el tipo de familia predominante es la nuclear completa sin embargo, esta ha descendido en las últimas décadas. Le siguen las familias nucleares incompletas (faltan el padre o la madre), las familias extensas de parejas sin hijos en el hogar pero con otros parientes, y los hogares unipersonales, organización familiar que se ha incrementado. El segundo grupo en magnitud es el de familias extensas completas, con tendencia a la disminución. La proporción de familias compuestas tiende a mantenerse estable, la cual es prácticamente igual a la reportada quince años atrás. El departamento donde hay más niños que viven con ambos padres es Amazonas, seguido de Atlántico y Boyacá. En Chocó, Quindío, Guaviare y Arauca, menos de la mitad de los niños viven con ambos padres. Los hogares con jefatura femenina han aumentado, particularmente en los estratos más pobres. Este fenómeno se relaciona con la creencia, cada vez más generalizada, de que el cuidado de los niños debe ser asumido primordialmente por las mujeres, lo que suscita una sobrecarga, al combinar el trabajo productivo y el reproductivo. Si bien los hogares con jefatura femenina tienen menor exposición a la violencia y al maltrato, una imagen fuerte y positiva de la mujer, una mejor distribución de recursos, con desaparición de la división sexual tradicional de los roles (donde se incluye una participación equitativa de los géneros en la toma de decisiones), son hogares mucho más vulnerables desde el punto de vista económico. En 1995, una cuarta parte de los jefes de hogar eran mujeres; en 2000. Entre tanto, en 2005 la proporción subió al y la última cifra de 2010. En el último quinquenio aumentaron los hogares de entre una y cuatro personas y disminuyeron los de cinco y más. Tal reducción ocurrió tanto en la zona urbana como en la rural. Respecto a la etapa del ciclo vital familiar, la gran mayoría de las familias bogotanas se encuentran en las etapas de consolidación y plataforma de lanzamiento, lo cual se relaciona con el fenómeno de transición demográfica (predominancia de adultos jóvenes cabeza de familia) y con la necesidad de mayor cualificación del capital humano que prolonga la etapa educativa y posterga la independencia y autonomía de los jóvenes.
En conclusion: Se evidencia que han surgido nuevas formas que, como la simultánea, se crean como respuesta de hombres y mujeres de establecer una segunda relación y por los cambios en los patrones culturales y legales, existen otras denominaciones, sobre el concepto de Familia, pero que no referencian tanto su estructura o tipología, sino características particulares, que recogen cambios en la modernidad: Familias: Cuidadora, transnacionales (migración), numerosas (para recibir subsidios parentales), de acogida, transculturales. Estas características aplican a cualquier estructura familiar, y no asignan una denominación o término particular sobre su tipología.
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